Éste lugar será tu tumba
Abre las palmas y siente el frescor del nuevo mundo sosteniéndote de caer en la perpetuidad de las sombras, sé libre a la par que abandonas la necesidad de respirar.
Las aguas son tu nuevo hogar, y aunque no las hayas llamado, ellas vendrán a por ti de todos modos, con gusto te recibirán.
El frío azul oceánico rebate el carmesí del atardecer crepuscular, abajo es oscuro, pero no tenebroso.
Siente las pequeñas y escurridizas burbujas de aire filtrándose de entre los pliegues de tu vestimenta empapada y acariciando tus dedos mientras huyen a la superficie, se están despidiendo.
Tu piel se torna plateada a la vez que se cristalizan las sales sobre tu cuerpo.
Da todo aquello que tengas pendiente por dar.
Puedes llorar aquí debajo, las lágrimas se confunden con la corriente y pronto formarán parte de las olas que azoten las costas del mundo con vigor. Estás seguro.
Ponte cómodo, tómate tu tiempo de asentarte y habituarte, pues, después de todo, esta será ahora tu nueva vida, tu nueva muerte.
Éste lugar será tu tumba.